sábado, 16 de diciembre de 2023

Microrrelatos Carnavaleros Navideños


Aquí están los microrrelatos que escribí con el chat en el stream del otro día en mi canal de Twitch: 

·    Reno Renaldo, Mamá Noel, el perro del parlamento europeo, viajes en el tiempo, presente pero parece pasado.

o   Para mamá Noel estas navidades iban a ser totalmente diferentes. Tras ver en la televisión la que estaba cayendo en el Parlamento Europeo, decidió ir allí con su perro, Puppy Cokie, para llevarle carbón a todos los políticos. Por ello, tuvo que tomar prestado el trineo de Santa Claus, pero… como sus renos estaban todos de vacaciones, solo pudo llevarse consigo al primo de Rudolph, llamado Renaldo. Mientras surcaban los cielos comenzó una gran tormenta y un rayo alcanzó a la pobre tartana, haciendo que Mamá Noel tuviese que aterrizar en un claro cercano, para comprobar que todo seguía intacto. Al tomar tierra escuchó mucho alboroto por los alrededores. Decidió seguir aquel sonido y llegó hasta un mercado antiguo en el que todo el mundo parecía sacado de un libro. ¿Habría viajado al pasado por aquel rayo? En realidad no fue nada tan espectacular, pues poco descubrió que tan solo se trataba de una feria medieval.

·         Hécate, elfos, Papá Noel, foiegrass, pelea con rey mago a lo Dragon Ball, un árbol al revés y un calcetín que hable.

o   Iba yo, Hécate, de paseo vestida de elfa, cuando vi a dos ancianos regordetes peleándose en la calle con espumillón y bolas del árbol de Navidad. Tuve que ir a separarlos, obviamente, y casi me sacan un ojo con una serpentina. El combate era como ver a Goku peleando contra Darth Vader, solo que en versión cuqui. Cuando pregunté por qué se estaban peleado, me dijeron que los dos tenían el mismo regalo para entregar. De repente, Melchor tiró una bola del árbol y Papá Noel se agachó para esquivarla, haciendo que la bola fuese a dar a una ventana en la que había un gato pardo comiendo foie-gras, junto a un árbol que colgaba del techo boca abajo para que el minino no pudiese alcanzarlo. En esos momentos, la caja del regalo que tenía Papá Noel en las manos se abrió y de ella un calcetín parlante salió ‒. ¿Queréis dejar de discutir? ¡Se me están quedando las costuras congeladas! ‒Dijo el trapito, dejando a todos los presentes anonadados. Aquel calcetín les hizo darse cuenta que discutir no servía de nada, por lo que firmaron una tregua y se fueron a celebrarlo juntos con un poco de sidra y un roscón con frutas escarchadas.  

·         Jack Skellington, Krampus, Cometa, Popeye, Cambio de papeles entre Santa Claus y los Reyes Magos.

o   La noche previa a la Navidad, todo era paz y felicidad hasta que el pequeño reno, llamado Cometa, decidió salir a dar una vuelta por el planeta. Al llegar a la altura del mar de no sabemos dónde, se encontró con el famoso marinero, Popeye. El pobre estaba triste porque Olivia se había marchado con Brutus y Cocoliso a vivir a un piso y, por ello, Cometa decidió concederle un deseo al marinero más famoso de todos los tiempos; con perdón de Chanquete, obviamente. El deseo de Popeye, fue que se cambiaran los papeles, pero al no especificar que se trataba de él y Brutus, se intercambió a Papá Noel con los Reyes Magos. ¿Lograría Santa Claus dominar a los camellos? ¿Y Melchor se haría con los renos? Aunque no fueron los únicos que se intercambiaron los roles en esta ocasión, pues Krampus le quitó el puesto a Jack Skellington como rey del mal en Halloweentown y éste pudo vivir al final una Navidad de lo más normal.

·         Pavo en la cena de Navidad, operación salvar la Navidad, revive el pavo, el pavo espía, Chuky.

o   Era la mañana de Navidad y en una casa cualquiera de un barrio de cualquier parte, dos niños jugaban con sus regalos cuando vieron a un gran pavo por la ventana de su cuarto. Los ingenuos chiquillos corrieron para avisar a sus padres del increíble hallazgo porque como mascota lo querían adoptar , aunque los adultos prefirieron cocinarlo a fuego lento hasta que se lo pudiesen zampar. Entonces, los niños idearon un plan para rescatar al pavo antes de acabar metido en la olla al que llamaron “Operación salvar la Navidad”, pero llegaron tarde, pues el pavo ya estaba asado. Los niños se echaron a llorar y, por ello, Papá Noel, que pasaba por su casa de vuelta al Polo Norte, decidió echar un vistazo para ver lo que estaba sucediendo. Cuando se enteró que los niños habían intentado salvar al pavo e incluso tenían pensado ofrecer a cambio sus propios regalos, Claus usó la magia de la nariz de Rudolph para revivir al animal, aunque por desgracia no sabía que con esas cosas no se puede jugar. El pavo regresó a la vida con el alma de Chucky el muñeco diabólico en su interior y allí parda se lió. Gracias a que un vecino trabajaba para la CIA, se evitó una carnicería, pues fichó al muñeco asesino para realizar misiones suicidas a cambio de buscarle una novia en una juguetería.  

·         Encarna de Noche, croquetas, roscón de empanadillas de Móstoles, un gato con gorrito navideño, bocata calamares.

o   La noche de Reyes, Encarna de Noche estaba sentada a la mesa en su casa comiéndose un pedazo de Roscón hecho con empanadillas de Móstoles y croquetas de la abuela, cuando llegó su gato, Gafe, con un gorrito navideño y los morros llenos de restos, pues se había zampado un bocata de calamares a diestro y siniestro. De repente se escucharon unos ronquidos y Encarna pensó que se trataba de su vecino, pero no, eran los camellos de los Reyes Magos que habían sido aparcados en su tejado. Encarna vio la hora que era y se fue corriendo a acostar, porque sino sus regalos se los iban a llevar. Entonces el despertador sonó y la locutora de radio con Resines en la cama se despertó.

miércoles, 23 de agosto de 2023

Cuento para stream 3. “La cúpula del gato Miguelín”

 

En la calle “Sodoma y Gomorra” había una pequeña peluquería asiática, en la que un amistoso chino pelirrojo, se dedicaba a peinar a los clientes de día y a jugar en la calle 24 de noche.

En la calle 24 se jugaba a casi todo, desde al teto que te la meto, hasta al Fifa que te la esnifa. Apareció Manowar con su nuevo amigo, Falete, para hacerse un rapado de lo más sonado. El chino les ofreció un poco de sushi a sus nuevos clientes, pero Falete era más de carne y sacó del bolsillo de su abrigo una barra de pan con tocino y filetes.

Los rapados fueron bien, estaban más lisitos que el culito de un monito, pero… de repente, cuando estaban pagando al chino con unos huevos de oca —que Falete tenía por ahí escondidos —, el peluquero dijo que no aceptaría los huevos, sino el anillo de oro que Falete llevaba puesto.

Aquel hombre no quería separarse de su anillo, pero para evitar problemas mayores, acabó cediendo a cambio de un poco de sushi y un barril de cerveza chino, que tenía más años que el bolsillo de Doraemon, el gato cósmico que veía cuando era más mocito.

Mientras esos dos salían del establecimiento, un lobo se acercó a ellos para pedir algo de comida. El lobo no era otro que el grandísimo Colmillo Blanco y, al ver la cara que puso Falete, salió escopetado por si éste le hincaba el diente.

 

Mientras tanto, en la morgue, los zombis golpeaban la puerta con sus maltrechos cuerpos para salir de su encierro, pero aquello no surtía efecto. De repente, uno de los zombis dio un paso adelante y pronunció un gran discurso, llegando a la patata de todos aquellos hippies z, que estaban malhumorados porque el hambre les hacía perder la cabeza.

<<Argggggggggggggggggg>>

Todos los zombis aplaudieron enloquecidos. Proclamaron profeta zombiano a ese erudito y le dejaron escoger el mejor modo para liberarlos, y así seguir tragando algún que otro cerebrito.

Todos a una, y gracias al consejo del profeta peta-zeta, consiguieron abrir la puerta y salir al exterior en busca de cerebros y alguna que otra seta. Siguieron un rumbo cualquiera —pues no tenían a dónde ir —, hasta que, tras una esquina, se cruzaron con Manowar el extraterrestre y su compañero de peinado, el inconfundible Falete.

El extraterrestre aprovechó las dimensiones de su camarada para salir por patas y esquivar a la horda de zombis, a la que se le hacía la boca agua mientras le observaba. Corriendo sin parar —y sabiendo que con Falete tendrían reservas para varios meses —, se topó con Hibam que salía de ver en el cine “John Wick 700, la revelación de los perretes maquineros”.

Al chocarse, ambos cayeron al suelo y, al ver a varios zombis tras ellos, huyeron hasta el río al que se tiraron para mantenerse a salvo, porque a los zombis hippies les daba más miedo el agua, que ver la factura de la luz tras las rebajas.

 

En el planeta Orión, mientras que en la Tierra las cosas “comenzaban” a descontrolarse… los “Cats Queen” estaban revolucionando todo el palacio. Mendi, al escuchar aquel alboroto proveniente de la escalera, decidió echar un vistazo y unirse a la fiesta.

Pasaron la noche de juerga y, al amanecer, Mendi se dio cuenta que tenía el tatuaje de un gato enseñando el culo en el brazo y que, además, su cara estaba pintada al igual que la de Drax, el de los guardianes de la galaxia. ¿Lograría camuflarse igual de bien que él? ¿Le contrataría Star Lord para su próxima misión?

Tras la noche que pasaron juntos, decidieron que la revolución del chóped había llegado a su final y que el pequeño Nicolás podría regresar a casa; siempre y cuando encontrase a alguien que le llevase de vuelta a la Tierra en su tartana. ¿Qué tendría que hacer a cambio de un pasaje? ¿Lograría engatusar a alguien?  

Pocholo dio un paso adelante, sorprendiendo al muchacho, porque no sabía que aquel personaje también llevaba un buen rato viviendo entre los gatos. El tío de la mochila —que no era primo de Dora la exploradora —, le comentó a Nicolás las ventajas de vivir fuera de la Tierra y, una de ellas, era no pagar a Hacienda.

El joven no se lo pensó dos veces y decidió quedarse como ministro de asuntos exteriores, para evitar la revolución choricera, que los gatos querían promover para que no se fuera.

 

En la Tierra, la prima de Miércoles decidió poner la televisión mientras seguía buscando la cura contra los zombis hippies y las ladillas. En el telediario estaban dando las noticias de la invasión zombi y la de los droides; por ello, la joven supo lo que tenía que hacer y cogió los elixires que había creado, para ir corriendo hasta la zona cero en la que se encontraban los infectados.

Salió a toda pastilla con su bolsa a cuestas hasta llegar a la zona del río en la que Manowar e Hibam estaban intentando mantenerse a flote. La chica de los mil nombres se enfrentó con valentía a los "Z” —lanzándoles el elixir —y haciendo que, poco a poco, el virus zombi saliese de sus cuerpos en forma de gas violeta. Se notaba que alguno de ellos había comido fabada en algún momento previo, porque el aroma que desprendían sus cuerpos recordaba al de cualquier marisma, que son muy bonitas, pero huelen a cieno que da miedo.

Al ver que habían sido rescatados, Manowar no se lo pensó dos veces y, con su reciente pelo rapado, le pidió a la niña turbia que le dejase compensárselo. La joven, que estaba por la labor, accedió y con él en su nave se marchó.

Los zombis habían dejado de serlo, pues aquel virus hacía que todos estuviesen conectados entre ellos y, en cuanto la nave nodriza se marchó de las proximidades de la Tierra, los droides volvieron a perder la conexión y alguno que otro la cabeza también perdió.

……………………………………………………….

En la calle del quinto pino, la vida se sucedía normalmente, porque sus habitantes estaban sin conexión a internet y, por ello, no se habían enterado del problema que hubo con los zombis en la calle de al lado.

En la frutería del señor Manolito, se vendían los mejores pepinos y pepinillos de la ciudad. Su cliente preferente, Falete, había muerto entre las fauces de los zombis hippies y el pobre dependiente no se había enterado del terrible suceso.

Lo que nadie sabía en aquella calle turbia, era que el “Asesino del Calzón Sucio” tenía la mejor tapadera de todas, pues era el dependiente de la frutería y primo del “Pingüino”, que murió a manos de Gladis, la extraterrestre hecha de verduras con forma de paloma gigante.

Pero esto no es todo lo que puede llegar a hacer, pues, además… tiene un negocio de tuper-sex por las tardes en la frutería, que le ayudaba a superar la crisis que la ciudad afrontaba en aquellos días. Llevaba tiempo sin saber nada de su primo y estaba preocupado, “El Pingüino” jamás le habría dejado tirado en el asesinato que tenían planeado.

El trabajo para el que les habían contratado fue matar a la reina de Inglaterra, pero lo que todavía no se habían enterado era que, la “pobre” mujer llevaba bastante tiempo muerta. Por ello, el “Asesino de los Calzones Sucios” se fue a dar un paseo por la calle y en un kiosco de periódicos descubrió lo que ya os he contado, que la reina la había espichado.

Intentó llamar a su primo para preguntarle cómo cobrarían el trabajo sin haberlo realizado, pero le saltó el contestador automático:

<<Hola, soy “El pingüino”, primo de Wuino. Si no contesto al teléfono es porque estoy todo tieso. “Asesino de los Calzones Sucios”, si quieres que regrese a tu lado, tendrás que viajar al pasado. >>

Para cumplir su objetivo, tendría que encontrar un portal del tiempo y colarse dentro. ¿Dónde podría hallar uno cerca? ¿Quizás en la tienda del chino de la esquina?

Decidió acudir a ver al chino mandarino llamado, Cappuccino Chin-prejuicios, que llevaba el establecimiento mágico de “La cueva feliz”, que obtenía los artículos de su querido Pekín. El “Asesino de los Calzones Sucios” le pidió a Cappuccino que le buscase un portal mágico hacia al pasado. El chino le dijo que tenía lo que estaba buscando en el pasillo de artículos de Narnia, que algún extraterrestre le había procurado.

El asesino frutero siguió al pekinés hasta un muro hecho de “pladul”.

    ¿Dónde está el portal, Matarile? —Preguntó el de los calzones sucios.

    Yo no llamal, Matarile, mi nombre sel Capu-chino. Poltal estal detlas de mulo.

    ¿Un mulo? ¿Tiene a un burro ahí encerrado?

    Mulo no, mulo.

    ¿Burro?

    Mulo de piedla.

    ¡Ah! Muro.

    Eso he disho. Tú rompel mulo y viajal al pasado.

Cappuccino se marchó, dejando al asesino con un mazo en la mano y un “mulo” que derribar. Comenzó a darle caña al mazo y, de repente, ante él apareció una cueva con un montón de túneles excavados en la piedra. ¿Cuál sería el camino correcto? ¿Cómo podría saberlo?

Decidió tomar el camino de su izquierda en primer lugar y, con el mazo en la mano —por si acaso —avanzó por aquel túnel sombrío hasta llegar a una explanada en la que había huevos del tamaño de una casa.

De repente, uno de los huevos comenzó a eclosionar. ¿Qué sorpresas le depararía al asesino, frutero y vendedor de placer en despedidas de soltero? Anastasio, que era este pobre hombre, se acercó al huevo y descubrió un gran ojo amarillo dentro.

Su primera reacción fue dar un paso hacia atrás, sobre todo, cuando el cascarón por fin se rompió y del huevo un dinosaurio salió. La cría de velociraptor medía 4,5 metros de altura y, al verlo, Anastasio se preguntó: ¿Soy un león o un huevón?

No quiso moverse por si aquella criatura se lo comía de un bocado al notar su presencia, aunque eso duró muy poco, porque sintió temblar la tierra y comenzó a sudar y a temblar como un flan. ¿Sería la madre de la criaturita, la que se acercaba armando tremendo escándalo?

Anastasio salió corriendo en dirección al portal, pues el bicho que apareció era más grande que la geta de Froilán. Al llegar de nuevo a la cueva, se metió por el túnel del medio. Caminó durante varios minutos hasta ver una brillante luz y, tras atravesarla, llegó a un mundo lleno de champiñones y tuberías, en el que un pequeño hombre con bigote y peto vaquero iba dando tumbos persiguiendo a una tortuga esqueleto.

El frutero turbio decidió dar marcha atrás y volver por donde había llegado, antes que una bala con ojos y sonrisa macabra le reventase el ojal por quedarse a mirar como un abuelo en una obra sin acabar. Decidió probar suerte con el último túnel y, esta vez, llegó a la casa del pequeño Nicolás, antes que Gladis se cargase a su primo, “El pingüino".

El “Asesino de los Calzones Sucios” saltó sobre Gladis, antes que matase a su primo. El pequeño Nicolás seguía escondido detrás del sofá, observando la lucha encarnizada que la extraterrestre —con forma de paloma y hecha de verduras —tenía con aquel hombre que sin querer le había salvado la vida con su repentina aparición. Ambos lograron espantarla, pero no huyó sola, como tenía miedo de esos dos y necesitaba un traje de carne, se cargó al pequeño Nicolás para disfrazarse.

…………………………………………………………

Los dos primos estaban en shock, ¿de verdad habían visto una paloma con forma de hortalizas? Por suerte, Anselmo había llegado a tiempo, esta vez, para salvar al “Pingüino” de un terrible final. Mientras que ellos se ponían al día, Gladis se vestía con la piel del pequeño Nicolás y llegaba hasta su nave, para intentar escapar de la Tierra y llegar a su planeta; lo que no se imaginaba era que Miguelín había tomado las riendas de aquel lugar y una revolución estaba a punto de estallar.

La niña de los mil nombres se topó con un anuncio de una novela turca en un escaparate del Mediamarkt, mientras iba a la zona de los zombis con el antídoto, la de pájaro soñador, por lo que decidió cambiar de rumbo y se fue al aeropuerto a comprar un pasaje a Turquía, para ligarse a Can Yaman en lugar de salvar a Manowar y a Hibam.

Por lo que Manowar tuvo que salvarse solo, echando de comer a los zombis a Falete y después escalando la pared de piedra del río en el que se había metido. Cuando logró llegar arriba, mientras que los zombis perseguían a Hibam en la otra dirección, Manowar se escapó en su nave, al igual que hizo Gladis momentos antes.

El inspector López llegó donde estaba la presidenta Shakira por ese entonces —en la rueda de prensa con Carmen de Mairena —y le dijo que los zombis se aproximaban y debían evacuar la capital.

De repente, una furgoneta se estrelló en las inmediaciones y al comprobar si el conductor estaba bien, descubrieron que era un droide que había perdido la cabeza, además de la conexión con la nave nodriza de Gladis.

Los zombis lograron salir de la morgue, gracias a ese intelecto supremo gaseoso que sobresalía sobre el resto de los no muertos. Cuando Carmencita los vio, por poco le da un soponcio. López y el doble de Chris Hemsworth intentaron hacerles frente con los misiles que le habían confiscado a un narco y que estaban guardados en el almacén de la comisaría.

El misil estaba defectuoso, por lo que solo acabó con unos pocos zombis e hizo que el resto se detuviese en seco. El líder de los no muertos, el pedorro, quiso llegar a un acuerdo.

    Kkshpadulafhapjap —dijo el zombi.

    ¿Qué ha dicho? —Preguntó López.

    Kkshpadulafhapjap.

    No le entiendo.

    Dejadme a mí —dijo el doble de Chris Hemsworth.

    ¿Sabes hablar zombiano? —Preguntó Shakira, moviendo las caderas.

    Sí, me enseñó mi amigo Masteroffifatv1 el otro día en su stream.

El zombi volvió a repetir lo que había dicho y el forzudo tradujo que los no muertos querían llegar a un acuerdo. Todos se quedaron perplejos.

    Diles que si acceden a marcharse de España, les dejaremos en paz —dijo el agente López, mientras que por detrás se aproximaban los dos asesinos más buscados de nuestra patria, el “Pingüino” y el “Asesino de los Calzones Sucios”.

    ¿Qué pasa aquí? —Preguntó el “Pingüino”.

    Estamos negociando con los zombis para que se vayan de nuestro país —respondió Carmen de Mairena.

    Si queréis nosotros les llevamos —añadió el “Asesino de los Calzones Sucios”.

    ¿Qué dices? ¿Nosotros? —El Pingüino no daba crédito a la tontería de su primo.

    Siempre que sea por un buen precio, unos 120.000€.

    De acuerdo —respondió Shakira —. Pero… ¿a dónde los mandamos?

Entonces, apareció el mayordomo de la niña de los mil nombres, porque había visto en la televisión la rueda de prensa y se había enterado que la chiquilla se había dado a la fuga en lugar de salvar a sus vecinos; le había mandado un WhatAspp para que le mandase su equipaje a Capadocia, aunque iba a tardar un rato en llegar, pues lo pensaba mandar en globo y aún lo tenían que inflar.

Cuando todos se enteraron que había una cura, decidieron que sería mejor mandar a los zombis con la niña turbia. Carmen de Mairena se ofreció a guiar a los zombis hasta el aeropuerto, junto a los dos primos asesinos.

    Venid conmigo, que os como to’ el pepino —dijo Carmencita y los zombis recularon un poco, pues tenían miedo de ser ellos los que acabasen formando parte del menú de aquel ser grotesco.

 

Manowar huyó con su nave tan deprisa, que se olvidó de poner las coordenadas del salto para la velocidad de la luz y terminó cayendo en un agujero de gusano, que le transportó a un mundo alternativo en el que gastaría más vidas que un gato. En ese mundo alternativo morir de mil maneras diferentes durante la noche y, al salir de nuevo aquel extraño sol, se reiniciaría su contador. ¿Volvería a la vida? ¿Cuándo se le acabaría la suerte? ¿Lograría salir de aquel mundo alternativo antes de lidiar definitivamente con la muerte?

 

Mientras tanto, la queridísima Gladis viajaba en su nave rumbo a Orión hasta toparse con la señal de una baliza en el exterior. Decidió ponerse el traje espacial y surcar la inmensidad, hasta que descubrió un escudo mágico, que le servirá para repeler a los gatos.

Cuando regresó a su nave fijó el rumbo a su querido hogar, sabiendo que ya era inmune al pelo de gato y su tapadera estaba a salvo; ella era alérgica a pelo de los gatos, pero el pequeño Nicolás no. Solo tendría que tener cuidado con el poder mental de Miguelín y, para ello, necesitaba otro objeto mágico que la pudiese servir. ¿Dónde podría hallarlo? ¿Tendría que desviarse mucho de su ruta para encontrarlo?

Antes de llegar a Orión, se desvió hacia el planeta de NoPlutón, en el que se hallaba un anillo mágico que servía para evitar el control mental y que fue forjado por Sauron, tras el fiasco del anillo único que acabó derretido en aquel volcán tan extraño. Allí tendría que pasar 10 pruebas en las que su vida correría peligro, si quería ser digna de portar el anillo. ¿Estaría sola en aquel planeta o tendría que vérselas con alguien más?

Continuará…

miércoles, 12 de abril de 2023

Cuento para stream 2. “La revolución chopera”

     

<<Continuación del cuento que estoy escribiendo con el chat en mis directos de Twitch. Creo que entenderéis por qué está quedando un cuento tan turbio. Gracias, polluelitos míos. Os quiero mucho.>> 


    Justo en la calle de al lado, en una pequeña casa de estilo victoriano y tétrico jardín, había una joven de cabellos dorados con un pequeño tejón mutante con alas y sombrero de copa, como mascota. Ella estaba sentada en un banco junto a una planta carnívora a la que cantaba dulcemente una siniestra canción.

    De repente, el mayordomo —con traje de neopreno y neones de colores —se acercó a la joven con una bandeja de marihuana, extraída de aquel mismo jardín. Llevaba, además, una boina bien calada y tenía los ojos grises, del mismo tono que Pequitas, el gato de la familia.

    La joven probó a oler el contenido de la bandeja y, de repente, su pelo cambió del dorado al negro más intenso, pues al fondo de aquella sala había un fantasma que le resultaba familiar. Stephen Hawking se apareció ante ella con un camisón blanco y sin su silla de ruedas; podía levitar, gracias a su condición fantasmal.

    De repente, llamaron al teléfono y la muchacha descolgó sin perder un momento; Echenique se había confundido de número al llamar al “coletas”.

    Stephen recordó su amada silla y, ésta, apareció de repente en forma de holograma en mitad del jardín. Las carreritas que habrían echado entre Echenique y él, si se hubiesen conocido estando los dos vivos. Entonces Stephen se aproximó a su silla y, con una mano espectral, acarició las suntuosas curvas de la misma.

      Te he echado de menos, amiga mía —susurró Hawkins con pesar.

    ¿Querías algo? —preguntó Leoncia Hermione Lucrecia Pascuala Ruperta María Ana Franciascana Segismunda Leovigilda Eusebia, que era la desgraciada joven de la casa.

    Solo quería ver mi antiguo hogar, se acerca Halloween y, por ello, se me permite vagar entre estos viejos muros de ladrillo y piedra —respondió el fantasma.

    Ah, es cierto. Mi tío me habló del antiguo dueño de esta casa, me dijo que era famoso. Él tampoco está entre nosotros. Descubrió un antiguo baptistero romano en uno de sus viajes y, gracias a ello, se hizo rico y compró esta mansión para nosotros. Era arqueólogo y al morir me la dejó en herencia.

    Vaya suerte que tuvo tu tío, maja.


    Mientras la joven dejaba de alimentar a la planta carnívora y se marchaba al salón, para tocar música tecno en su viejo piano de cola, a unos metros más allá… en la calle del asesinato, el inspector López seguía dándole vueltas al asunto de los zombis, los Gómez y el pizzero medio androide que había perdido la cabeza en el porche.

    Alfons recibió una llamada de la morgue. Kiara, la jefa de la científica, le pedía urgentemente que acudiese en su ayuda y fuese al laboratorio. ¿Para qué? No se lo dijo, por lo que tendremos que acompañarle, si queremos averiguarlo.

    Kiara no daba crédito a lo que estaba viendo, la familia Gómez intentaba comerles a todos el cerebro. La morgue estaba patas arriba y el pobre aspirante a Thor, luchaba con todas sus fuerzas contra los muertos vivientes; aunque no usaba un martillo, más bien un extintor.

    En uno de esos movimientos, el doble de Chris Hemsworth se tropezó con una mesa y cayó al suelo, pero antes de ser mordido por uno de los monstruos, Kiara llegó en su ayuda con un dildo en una mano y una sierra para abrir cráneos en la otra.

    En ese preciso momento hizo acto de presencia el inspector y comenzó a pegar tiros a diestro y siniestro, por lo que los zombis cambiaron de rumbo de inmediato y fueron directos a atacarlo.

    De repente, un olor nauseabundo comenzó a llenar la sala. Uno de los zombis se había tirado un cuesco, pues… se estaba descomponiendo. Todos se quedaron anonadados, incluidos los demás zombis, que se apartaban de su lado en cuanto aquel aroma les alcanzaba.

    Los no muertos continuaron su avance hacia el policía, mientras los dos de la científica por la puerta trasera se escabullían. López comenzó a disparar hasta quedarse sin balas, incluso tuvo que lanzarles la pistola, pero no sirvió de nada.

    Observó la escena, quería ver si encontraba algo con lo que poder defenderse, pero al no encontrar nada, decidió meterse dentro de la cámara en la que se guardan los cadáveres, hasta que llegase la caballería o alguien le rescatara.

    Allí dentro encontró un saquito de carbón dulce, de esos que los Reyes Magos dejan a los niños malos en la época navideña. ¿Qué hacía aquello allí? Seguramente sería el alijo secreto del doble de Chris Hemsworth, puesto que Kiara era más de pipas saladas.

    Alfons se dio cuenta que, en aquella cámara en particular, los médicos guardaban sus dulces y algún que otro alijo más: un roscón hecho de alubias, cosa que daría bastantes gases al que lo tomase y un montón de tabletas de chocolate. De repente, salió un pequeño fantasma de color verde con los morros llenos de cacao, asustando al inspector que dio un vuelvo y un grito desgarrador. ¿Había muerto por un empacho o se lo habría comido todo tras cruzar al otro lado?

    También había una caja de compresas marca “Vampiro” y un par de crucifijos, por si alguno de los muertos estaba muy vivo, cosa que ahora no sonaba tan descabellada. Por lo que Alfons, viendo que nadie iría en su busca, cogió uno de los crucifijos y salió empuñándolo, a la par que lanzaba chocolatinas a diestro y siniestro contra los escépticos zombis, que no podían creer lo que estaban viendo.

    Los no muertos eran golpeados por las chocolatinas, pero no sufrían ningún daño, aunque sirvió como distracción el tiempo necesario, para que Alfons saliese y se pusiera tras la puerta de cristal a salvo. Intentó bloquear aquel armazón de metal y cristal irrompible, pero no encontraba nada con qué hacerlo, hasta que se fijó en el mocho que había junto a la puerta del cuarto de las escobas y aquello le salvó el pescuezo.

    El pobre hombre se sentó en el suelo un momento para recuperar el aliento y se dio cuenta que, en la pared que tenía enfrente, había un calendario en el que salía Falete haciendo salto de pértiga y vestido con un traje de lentejuelas.

    Uno de los zombis estaba apartado en un rincón, lejos del barullo, pues se negaba a comer cerebros al ser fan de Crepúsculo. El no muerto vegano era tuerto y, además, tenía acento mitad vasco y mitad madrileño. ¿Lograría salir en la tercera entrega de ocho apellidos vascos? ¿Contratarían de director a Tim Burton?

 

    A la par que todo esto sucedía en la morgue, la joven de los mil nombres continuaba experimentando con sus plantas carnívoras; buscaba mejorar el suero que había convertido a los Gómez en muertos vivientes, por tener ADN alienígena corriendo por su torrente. Seguramente, lo que no sabréis sea que, ésta jovencita tan peculiar es la prima lejana de Miércoles Addams y, como ellos, tiene la mente un poco perturbada.

    En realidad, la chica de los mil nombres había estado buscando la cura contra las ladillas, pero al experimentar con sus vecinos sin saber que eran extraterrestres, les había convertido en aquella plaga que, lentamente, se extendía.

 

    En otro mundo, al mismo tiempo que se sucedían esos hechos en la Tierra, el pequeño Nicolás llegaba con Gladis a su planeta. El comandante Mendi del planeta Orion les dio la bienvenida en el hangar número dos.

    Al descender de la nave, Nicolasete —como le había apodado la extraterrestre —se quedó impresionado con la calidad del aire de aquel planeta, mucho más puro que el de la tierra. Mendi le pidió ayuda a Nicolás, porque en Orion habían dado los gatos un golpe de estado y se habían apoderado del planeta, en menos que canta un gallo.

    Los gatos querían dominar la galaxia y no había nada mejor que empezar por su casa. El gato Jr. Míguez se había proclamado líder supremo, príncipe de las areneras y dueño y señor de los cubos de basura. Los habitantes de Orion habían sido relegados a una vida de servidumbre y miseria, por lo que necesitaban a un héroe que les devolviese su dignidad y sus tierras.

    Nicolás era un experto charlatán y les convenció de que, si les ayudaba a recuperar su hogar, ellos deberían devolverle a la Tierra con un buen fajo de porros de la mejor calidad y un cargamento de chocolate, del que no se encuentra precisamente en los estantes. Además, tendrían que repartir la misma cantidad de fajos entre los vasallos, el día de su partida en la fiesta que le harían de despedida; si ganaban, claro.

    Comenzaba una nueva era para los habitantes de aquel planeta, la cual siempre sería recordada en los libros de historia como… “La revolución chopera”.

    .......................................................................................

    En Orión, mientras el pequeño Nicolás se asentaba en sus nuevos aposentos e ideaba un plan para ganar la guerra gatuna sin mover un dedo, el inspector López Camus intentaba erradicar la amenaza zombi en la Tierra, sin acabar convirtiéndose en la merienda de esas fieras.

    Lo que nadie sabía era que el príncipe de los gatos había empezado la rebelión, porque quería cazar a los habitantes del planeta Orion por tener forma de paloma y estar hechos de verduras frescas. ¿Cómo lograría convencer Nicolasete al rey de los gatos para que cambiase su dieta?

 

    En la Tierra, mientras los zombis hippies estaban contenidos temporalmente en el laboratorio de la policía, al otro lado de la ciudad, la ministra de igualdad llamada, Shakira, estaba dando una rueda de prensa frente a las puertas del Congreso. Se había filtrado en internet una colaboración con el presidente de su comunidad de vecinos y Bizarrap, para que los morosos se pusieran al día y pagasen la mensualidad.

    Uno de esos morosos era, ni más ni menos, que el pequeño Nicolás, que había desaparecido del mapa sin dejar rastro alguno. De repente, apareció la jefa de la policía, que no era otra que Carmen de Mairena. La mujer pensó que aquella rueda de prensa se debía a las fotos del trío que Carmen hizo con Leticia Sabater y Abascal unos días atrás, y que un paparazzi había filtrado en la prensa local.

   Perdone, señorita Mairena. ¿Algo que declarar sobre su supuesto romance con Leticia Sabater y Abascal? —Preguntó el reportero más dicharachero, Galindo.

   Te lo como toooodo, cariño, si dejas de decir tonterías. No tienes pruebas al respecto, pero si quieres te paso yo las fotos de mi teléfono —respondió Carmen, antes de sacar la lengua y hacer cosas turbias con ella.

   ¡Carmen, por favor! Cíñase a los acontecimientos relacionados con la desaparición del pequeño Nicolás —le pidió Shakira, algo nerviosa.

   Po zi, chiquilla —contestó Carmencita.

   Disculpe, ministra —comentó un reportero disfrazado de Espinete, montado en un patinete (ya que ese día tocaba colada y no le quedaba nada más que ponerse) —. Me gustaría saber por qué el pequeño Nicolás ha huido del país por una simple deuda con la comunidad de vecinos. ¿A cuánto asciende la cifra?

   La renta que debe serían, aproximadamente, unos mil euros.

   ¿Y cree que por esa mísera cantidad, sabiendo el dinero que tiene en paraísos fiscales, supuestamente, tendría que haber huido?

   ¿Puede estar en Masachuches con su hermano, Nick The Small? —Añadió otra reportera, disfrazada de Obi Juan Que No Ve, el primo español del famoso jedi.

   Podría ser —respondió la ministra y, acto seguido, se giró hacia la jefa de la policía para preguntarle si, en verdad, habían comprobado el círculo más próximo de amigos y familiares del moroso.

   ¿Creen que son ciertos los rumores que dicen que, en lugar de marcharse por la deuda, el pequeño Nicolás se fugó porque la gallina Caponata le había sido infiel con la prima del Monstruo de las galletas? —Quiso saber otro periodista, el mismo que hacía unos meses había salido en un anuncio de una estufa, llamada: The last of us, calienta en un plis plas. .

De repente apareció una furgoneta de reparto de pizzas y se estrelló contra una farola. La música de Daddy el de Barcelona sonaba a todo trapo y los periodistas dejaron la rueda de prensa, para ir corriendo a grabar el accidente que se había producido a escasos metros de la presidenta.

Para su sorpresa, al llegar y comprobar la cabina de la furgoneta, descubrieron que el conductor/pizzero, había perdido la cabeza, descubriendo un montón de cables en su interior, pues era un androide. Y sí, era uno de los robots que Gladis tenía repartidos por todo el globo terráqueo, pues al marcharse de la Tierra había desconectado el wifi, haciendo que se perdiese la conexión entre la nave nodriza y sus robots de última generación.

En la pantalla de la furgoneta se vio un mensaje que decía… “Conexión fallida con la nave nodriza”. Por ello, los periodistas empezaron a volverse locos con la noticia de una invasión alienígena y llamaron apresuradamente a sus respectivos jefes en las diferentes cadenas de noticias. Y no, esto no era un sueño como sucede en los Serrano, más bien era una pesadilla como las de mi amigo Freddy, el de “no me pinches, que te rajo”.

 

Mientras tanto, en casa de la niña de las plantas carnívoras, su secretario, Paolo —alias: Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como —, estaba tecleando en su máquina de escribir las palabras que completarían la carta que, la niña turbia, le había pedido que le escribiese a su prima Miércoles. Estaban a jueves, pero no se lo tendríamos en cuenta por todo lo que estaba pasando en aquella región.

    Tras Paolo, había un gran tapiz hecho a mano por las Virgencitas Descalzas en el que aparecía Freddy Kurger arrancándose la cara y mostrando que, en realidad, era el difunto cantante, Freddy Mercury. Junto a él estaba Michael Myers sentado en un sofá y, éste, también se arrancaba la cara para revelar que su auténtico rostro no era otro que… el de Michael Jackson. Ambos estaban visualizando a Jason Statham en una pequeña pantalla de televisión de esas de antaño, con tubo de imagen y antena kilométrica.

La chica de los mil nombres estaba leyendo la versión del top manta de “el señor de los anillos” y, al llegar a la parte en la que los jobitos se encuentran con el tío de Aragón bailando la jota, se dio cuenta que le habían dado gato por liebre, porque aquello no lo había visto en la versión que hicieron para la televisión.

Por ese motivo se fue a su pequeño invernadero a crear un nuevo suero para vengarse del tipo que se lo había vendido. Aún tenía que dar con la cura de las ladillas y la del suero que había convertido a los Gómez en zombis; pero todo eso podía esperar, pues un apocalipsis zombi de vez en cuando, no viene del todo mal.

El agente López salió de la morgue junto a Kiara y al doble de Chris Hemsworth. De repente, escucharon que en las televisiones del Mediamarkt cercano estaban dando la rueda de prensa de Shakira y, al ver que todo el mundo estaba atento a lo que decían, tuvieron la ocurrencia de asistir a ella para dar la voz de alarma.

Al girarse para dirigirse al coche del inspector López, se toparon con Falete, que iba montado en un patinete volador como el de “Regreso al futuro”. López no daba crédito a lo que estaba viendo. ¿Por qué le perseguía por todas partes aquel sujeto?

En ese preciso momento, el doble de Chris Hemsworth se topó con la reina del atragantamiento. La señora turbia les ofreció uno de sus menús a cambio de un buen precio, así tendrían algo que llevarse a la boca en el trayecto hasta la rueda de prensa. El mundo se salva mejor con la panza llena.


A la par que la Tierra se veía envuelta en un suceso apocalíptico, el pequeño Nicolás disfrutaba de ser el salvador del planeta Orion. Le habían cedido un globo para desplazarse por los aires y evitar el ataque de los gatos airados, pero se habían equivocado en la central de Mendina y le habían dado una bicicleta con la bolsita de Glovo a cuestas, en lugar de un artefacto volador.

En la “Revuelta del Choped”, mientras las ratas se alimentaban con los restos de las pizzas que el pequeño Nicolás les había enseñado a preparar a los habitantes de Orion, los gatos revoltosos, encabezados por el dichoso Jr. Míguez —Miguelín para los amigos —preparaban la incursión al palacio real en donde Mendi practicaba squash.

Los gatos decidieron que entrarían por la puerta de atrás de la cocina y eso hicieron. Unos se entretuvieron arrasando la nevera, mientras que otros usaban los cuchillos más afilados como arma. Subieron lentamente la escalera con forma de tortuga, hasta que… los gatos que se habían dado el atracón en la cocina, les adelantaron y les derribaron al pasar a toda prisa.

   ¿Qué hora es? —Preguntó Miguelin.

   Más de las 12 de la noche, señor —respondió el gato subordinado.

   ¡Córcholis! No podemos comer más tarde de las 12, porque se nos cae el pelo y porque estamos en celo. ¡Se han convertido en Cats Queen!

    Entonces, al llegar al final de la escalera… se encontraron con sus camaradas bailando la Macarena. ¿Les habrían descubierto con el alboroto? ¿Lograrían hacerse con Mendi y el palacio presidencial? ¿Podría el pequeño Nicolás controlar la situación antes de escapar del planeta Orion?

 

    En la Tierra, la prima de Miércoles seguía en su laboratorio, creando un suero contra el vendedor del top manta que la había tangado. El suero, principalmente, se componía de: uñas de Pedro Sánchez, moquitos de zombi, sangre de virgen de la generación de cristal, pelos de gato terrestre, pelos de la coleta del indomable Frankie (mi amigo y moderador), trozos de cinta VHS (si es la de Heidi, mejor que mejor), cerveza kastell donker (extraída directamente de la nevera de 3Ormanowar), pis de saltamontes y otras perlitas.

    De repente llegó el mayordomo con el libro de las sombras de Leoncia Hermione Lucrecia Pascuala Ruperta María Ana Franciascana Segismunda Leovigilda Eusebia, para que recitase el hechizo que, no era otro que… la canción de David Bowie, Golden years.

    Un humo rosa chicle surgió del caldero e inundó la estancia de un olor almizclado. Al otro lado, en una mesa de gran tamaño, se encontraba un alambique en el que se estaba procesando el suero contra los zombis hippies, pero faltaba un ingrediente esencial para que la mezcla pudiese hacer efecto y… no era otro que la sangre infectada por Covid del ratón más famoso del mundo, Mickey Mouse.

 

    Al otro lado de la ciudad, mientras las pócimas se cuajaban en la antigua casa de Stephen Hopkins, Shakira y Carmen de Mairena vieron llegar al inspector López y a su séquito. López se acercó en su Twingo a Shakira, pero ésta, creyendo que era Piqué, salió por patas en su Ferrari y se acabó yendo a pique en un cenote por exceso de velocidad. Carmencita recibió a los agentes y cuando vieron que Shakira estaba en problemas, le pidieron a Galindo que la sacase del coche y la llevase a urgencias.

    De repente, los droides comenzaron a inundar la zona y el que estaba en la furgoneta salió de ella sin cabeza, pues habían logrado conectar con otra nave nodriza, que se dirigía a la Tierra en busca de cervezas. Manowar “el extraterrestre”, primo de Mendi y residente en el planeta Hocantaro, se dirigía a la Tierra a por un suministro de cerveza de lo más variado, ya que se había cruzado con un mensaje intergaláctico que decía:

    <<2x1 en cortes de pelo en la calle “Pollo, pollo” y un barril de la mejor cerveza a cambio de un buen rapado. >>

    Manowar decidió descender en las proximidades de aquella calle y buscar a alguien que le acompañase para raparse. ¿A quién escogería? Como salido de la nada apareció Falete con su patinete y el extraterrestre supo que sería el compañero perfecto para cortarse el pelo y salir de farra tras comerse al peluquero.

    Continuará…

viernes, 3 de febrero de 2023

Escribiendo microrrelatos improvisados con el chat. Parte 1

    En esta ocasión y para celebrar el día de... "leer en voz alta", le pedí a mi chat de Twitch que me dijesen algunas palabras para crear microrrelatos durante el directo. Yo me disfrazaría de aquello que me pidiesen y estuviese relacionado con el microrrelato que estuviese haciendo en cada momento y, esto, fue lo que creamos en esas dos horas. 

    Las palabras que me pidieron que utilizase están subrayadas y en cursiva dentro de las historias. 
……………………………………………………


El deseo de un hada

    Cuando el universo no era más que una mota de polvo en el espacio vacío, una pequeña hada de los deseos le ofreció a Zeus aquello que más deseara, por supuesto, a cambio de darle a ella algo que amara. De repente, el dios de dioses se levantó de su trono y, con su poderoso rayo, lanzó una ráfaga que recorrió el vacío, creando las estrellas en las que hoy vivimos.

    Cuando el hada fue a preguntarle lo que él dios más deseaba, este le dijo que soñaba con ser adorado por todas las criaturas que él creara. El hada se quedó pensativa y le concedió lo que pedía, poco después, le preguntó por el ser que podría amar con toda su alma y que Zeus le había prometido en aquella antigua cháchara. El dios le respondió que podría elegir, de entre todos los animales que había creado, el que más le gustara.

    El hada paseó por cada mundo, intentando encontrar aquel ser con el que más se identificaba y, de repente, al llegar a la Tierra, encontró la paloma de la paz que con su vuelo y su cantar a todo el mundo alegraba.

    Y ambos fueron felices, el hada con su paloma y Zeus con la adoración que su nombre provoca.

……………………………………………………

 

El vaquero

    Sentado en su pequeña mecedora de madera, un viejo vaquero de los que ya apenas quedan, observa el horizonte en el porche de su pequeño rancho a las afueras de Texas. De repente, un coyote aparece en lo alto de una de las elevaciones rocosas, que se encuentran a varios kilómetros de distancia y a aullar comienza.

    El vaquero estira el brazo y recoge su escopeta, pues aquella  es una señal clara de lo que le espera. Su familia se marchó de aquellas tierras, debido a los indios que las pueblan; pero él no dejará de luchar por la tierra que tanto sudor, sangre y lágrimas derramó para mantenerla.

    Se escuchan los gritos de guerra, los cascos de los caballos, y, el viejo vaquero morirá luchando, como siempre, con las botas puestas.

……………………………………………………

 

El exorcista

    En las paradisiacas playas de Hawai, un joven exorcista residente en Bombai, se sienta en la arena con las manos manchadas de sangre, Su trabajo es muy duro y apenas gratificante. Por cada demonio que combate, surgen otros tres a los que exorcizar, como la Hidra de Hércules a la que fue casi imposible de matar.

    Si tan solo hubiese luchado un poco más, aquella joven seguiría con vida o, por lo menos, su alma en el paraíso descansaría.

    Una ola le golpea los pies y al mirar al horizonte, descubre que todo está en llamas a su alrededor; pues… la joven en el exorcismo, no fue la única a la que el demonio mató.

……………………………………………………

 

La espada y el charcutero

    En un hermoso pueblo pesquero, vivía un charcutero que había perdido a su familia durante la guerra. La pandemia que llegó después arrasó con todos, dejándole a él solo en el mundo con su negocio.

    Una noche que regresaba a su casa en la montaña, se topó con una luz proveniente de una gruta cercana. Decidió acercarse a comprobar aquello que brillaba y se encontró con una espada en la piedra clavada.

    El hombre decidió cogerla para cortar la carne en su negocio, pues se notaba que la hoja estaba bien afilada y no tendría que comprar nuevos cuchillos en una larga temporada. De repente, al tocar el mango de la espada, sus peores pesadillas le llegaron a la mente  y le hicieron retorcerse; pues recordó la forma en que había despedazado a su familia, para vendérsela a los clientes.

……………………………………………………

 

La escritora  y el fantasma

    Los dedos de la joven promesa de la literatura romántica, vuelan por el teclado de su vieja máquina de escribir. Es amante de lo clásico, le gusta el café recién hecho por las mañanas y sueña con ver al hombre tan apuesto, que vio en aquellas fotografías en blanco y negro, aparecer en su puerta con un buik negro.

    De repente escuchó el motor de un coche detenerse junto a su ventana y, al asomarse para ver quién llegaba a su morada, descubrió que era el mismo hombre que había visto en el museo, cuando lo visitó la semana pasada.

    ¿Cómo podía ser cierto? Aquellas fotografías tendrían varias décadas a sus espaldas. ¿Quién sería aquel caballero que la sonreía, apoyado en la carrocería de aquel auto clásico y que tan bien se conservaba? ¿Acaso era producto de su imaginación o se trataba de un auténtico fantasma?

……………………………………………………

 

El laberinto

    Marisol miró hacia el cielo encapotado y pensó que sería imposible escalar el muro que tenía enfrente. Aquel laberinto en el que aquel hombre la había encerrado, se volvía más y más enrevesado con cada nueva trampa que lograba esquivar.

    De repente llegó a una intersección y descubrió un agujero en el suelo, el laberinto estaba en obras y aún no había sido construido por completo. ¿Cómo saldría de allí si la salida estaba al otro lado ¿Lograría atrapar el queso entre sus patas, sin morir en el intento?  Y si lo lograba, ¿la librarían del siguiente experimento?

……………………………………………………

 

Elsa al cuadrado

    Cuando Elsa Pataky recibió la oferta de aquella nueva versión real de Disney, no podía creerse la suerte que había tenido al toparse con el director, días antes en el rodaje de su marido. No soportaba mucho el frío, pero por los millones que cobraría al hacer de Elsa —la de Frozen —en la película de acción real, merecía el esfuerzo.

    Pero cuando descubrió que sería David Bisbal quien haría la banda sonora, decidió declinar la oferta para seguir haciendo ejercicio con los canguros de la zona. Entonces, un balón le golpeó en la cara y se despertó del profundo sueño en el que se encontraba, en la espléndida terraza de su casa.

    Todo aquello había sido un sueño, al igual que le pasó a Resines en cierta serie que no mencionaremos.


FIN