lunes, 17 de febrero de 2014

Soñando con él. 4º Capítulo

Becky: Muy bien, ahora concentrate. Cierra los ojos y respira profundamente. Escucha el sonido de mi voz.
Jeremy: Ya lo hago, pero no es fácil concentrarme cuando los nombres no dejan de sonar en mi cabeza.
Becky: Intentalo. Visualiza una cascada, el sonido de los pájaros, el olor a hierba mojada. Céntrate en ver caer el agua.

De pronto, Jeremy entró en trance. Becky le hizo regresar al momento en que todo cambió, un momento de hace unas semanas en la que fue testigo de algo.

Jeremy: Estoy en una calle concurrida, vengo a llevarme el alma de un chico de 16 años, esta tirado en el suelo, apunto de morir. Una chica joven le sujeta la mano y le dice que todo saldrá bien, pero yo se que no, es el siguiente de mi lista y no me gusta perder el tiempo.Cocon, cocon, cocon. Pi..............(Jeremy, imitando el sonido de una máquina de hospital) Ya es la hora. Un momento.
Becky: ¿Que sucede?
Jeremy: La chica, se le ha escapado una lágrima furtiva. Que hermosa es. Se ha levantado, esta manchada de sangre y se aleja cabizbaja. No se porque, pero debo averiguar quien es. Aún no es su hora, por lo que me será difícil dar con ella. He de seguirla, no puedo perderla.
Becky: ¿Sabes quién es esa chica?
Jeremy: Solo se que es morena de ojos castaños. Se está despidiendo de un policía. Es psicóloga y el chico que ha muerto, era su paciente y se vio envuelto en un tiroteo.
Becky: Jeremy. ¿Soy yo esa chica?
Jeremy: Sí.
Becky: Cuando cuente tres, despertarás. 1, 2 y 3, despierta. (Chasqueando los dedos)
Jeremy: Lo siento.
Becky: ¿Porqué no me lo dijiste?
Jeremy: Tenía miedo.
Becky: ¿Tu? Imagínate lo que siento ahora mismo.

Jeremy le explicó que al verla, había sentido cosas que nunca se hubiese imaginado y que pensó, que algún día podría estar en su lista, sin haber tenido el placer de conocerla. Por ello, intentó remediarlo presentándose en la consulta como paciente. Nunca antes había sentido la necesidad de acercase a un ser humano, solo llegaba, cumplía con su trabajo y volvía a empezar. Pero algo cambió en aquella calle, ya no era el mismo. Ahora tenía sentimientos muy fuertes que eran incompatibles con lo que hacía.
Becky se quedó traumatizada, tener que tratar a "la muerte" ya era bastante duro de asimilar y más, si la muerte se había enamorado de ella. ¿Qué podría hacer?
Su hora de visita había terminado. Continuó con sus citas del día, como una profesional, pero al terminar, se quedó en el despacho llorando, impotente ante lo que se le venía encima.
De pronto la puerta del despacho se abrió y... Era Paula, le decía que se marchaba y que tuviese cuidado.
Un pequeño susto sin importancia, estoy demasiado sensible. (Pensó)
Cruzó los brazos sobre la mesa y puso la cabeza entre ellos. Quería esconderse como las avestruces.
Las luces parpadearon y el ambiente se tornó gélido. Levantó la cabeza y el vaho salió por su boca, los cristales se empañaron y tuvo la sensación de que no estaba sola. Algo estaba detrás de ella y no era nada bueno.


Continuará...



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