Cloe: ¡Suéltame! Me haces daño.
Cronos: Lo siento. No quería que te perdieses por el camino.
¿Estás bien?
Cloe: Sí, pero... ¿dónde estamos?
Cronos: En mi casa, bueno para ser más exactos, en mi
cueva.
Cloe: ¿Qué te crees, Batman?
Cronos: Ese a mi lado es una mala copia.
Cloe: Que gracioso. Me parto ¿me puedes decir dónde está la
salida? Me quiero ir.
Cronos: Aquí estás a salvo. Debes quedarte hasta que podamos
averiguar...
Cloe: ...Hasta que podamos averiguar nada, yo me voy. Además,
en la azotea me defendí bastante bien yo solita, aunque para ser sincera, no sé
como lo hice, pero lo averiguaré. Y sin ayuda.
Cronos: Ya ¿y sabes quienes eran esos de la azotea?
Cloe: ¿Eso importa? Supongo que dos brujos, como los otros
que me contaste estaban frente a mi casa.
Cronos: Eso quisieras tú. Eran dos demonios. Y no precisamente de
los de bajo nivel. No sé con quién te habrás metido chica, pero lo tienes
crudo.
Cloe: ¿Demonios, brujos? Espera, esto es demasiada información
para asimilarla en tan poco tiempo.
Cronos: Pues más te vale ponerte las pilas, porque debemos
averiguar por qué te buscan y pronto.
Cloe: ¿Y yo que sé? Hasta esta mañana pensaba que mi amiga Callie
estaba un poco loca por creer en extraterrestres y cosas de esas; y ahora
resulta que la loca soy yo.
Cronos: Por favor, piensa. ¿Qué hay de especial en ti para que esos
seres quieran capturarte? Aparte de ese extraño campo de energía que surgió de
la nada. Piénsalo, yo mientras buscaré en los libros a ver si averiguo algo.
Cloe: ¿Qué pasa, que aquí no te llega el wifi?
Cronos: Querida, aquí hay libros que ni si quiera el mejor
bibliotecario del mundo sabe que existen. Y para tu información, no todo está
en la red. Además ¿de verdad piensas que aquí abajo hay cobertura?
Cloe: Vale, lo capto.
Cloe se
sentó en la cama que había en uno de los rincones de la cueva. Mientras, Cronos
fue investigando en los libros de su biblioteca particular. Cuando terminó con
los de brujería, pasó al libro de leyendas. En él se encontraban
recopilados todos los mitos, leyendas y fábulas mágicos que existían a lo largo
de la historia del mundo.
Cuando iba
por la mitad del libro, se levantó bruscamente y al hacerlo, hizo que la silla
en la que estaba sentado, cayera al suelo con un ruido que sobresaltó a Cloe.
Cronos: ¡Creo que lo encontré!
Cloe: ¿El qué?
Cronos: Dice así <<La
leyenda de la joven protectora. Cuenta la leyenda que una hermosa joven, será
la encargada de salvar al mundo cada 300 años. El espíritu de la joven se
reencarnará en el cuerpo de otra joven valiente y decidida, muy parecida a la
guardiana original. La joven tendrá el poder de crear escudos protectores, de
curar heridas y de atraer a los espíritus a su antojo>>
Entre otras cosas que no especifica muy bien.
Cronos y
Cloe se quedaron petrificados. No pudieron articular palabra. Permanecieron
sujetando el libro entre los dos, anclados al suelo.
De pronto,
Cloe comenzó a enfadarse. No era justo. ¿Porqué a
ella? Tendría que haber una explicación lógica para todo aquello. Cuando se
enfadó todavía más, dio un golpe en la mesa y el escudo que apareció cuando
estaban en la azotea, volvió con tanta fuerza que golpeó a Cronos y lo hizo volar
por la cueva hasta el otro lado de la misma. Cloe se apresuró para llegar a su
lado y ver si estaba herido, pero al llegar lo vio riéndose a carcajadas.
Cloe: ¿Qué es tan gracioso?
Cronos: Lo primero, que te hayas preocupado tanto por mí, te
repito que soy un Dios y deberías haber visto la expresión de tu cara. Lo
segundo, que ya sabemos como aparece tu escudo, cuando te enfadas, está ligado
a tus emociones.
Cloe: Pues ya lo sabes, procura no enfadarme.
Cronos: Lo tendré en cuenta para la próxima vez.
Continuará...
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