sábado, 23 de septiembre de 2017

Luces y Sombras. Capítulo 3


Cuando la bruja llegó, Álex la dejó pasar. Luna estaba sentada frente a la puerta esperando su llegada y cuando la vio, se levantó y fue a su encuentro. La bruja le acarició detrás de las orejas y a la loba pareció gustarle bastante, después de todo iba a tener más de animal que de humana.

-Siento haber tardado, pero necesitaba algunas cosas.- Dijo la bruja mientras pasaba y dejaba una bolsa de tela encima de la mesa del comedor.

Comenzó a sacar un objeto pesado envuelto en un paño negro, además de cinco velas blancas y un poco de incienso con olor a ruda. Con cuidado colocó en el suelo las cinco velas formando un círculo, encendió el incienso que inundó todo el espacio con su aroma al instante y le pidió a Luna que se metiese en el círculo junto a ella. Después, cogió aquél extraño objeto envuelto y al destaparlo descubrieron que se trataba de una bola de cristal. Extendió el paño frente a la loba, colocó la bola de cristal sobre el paño entre ambas y se arrodilló junto a la bola. Álex esperaba ver una densa niebla que lo inundase todo, o pequeñas imágenes en la bola de cristal con narrador incluido, pero cuando pasó el tiempo y vio que la bruja apenas se movía, no pudo ocultar su desesperación y por fin habló.

-No es por nada, pero llevas casi 10 minutos dándole vueltas a la bolita y yo no veo que haya cambiado nada.- Le recriminó Álex que empezaba a impacientarse.

-Te equivocas, ya comienzo a ver algo. No suelen ser imágenes muy nítidas y tampoco aparecen enseguida, todo requiere su tiempo. Por lo que puedo observar en ellas, confirman las sensaciones que tuve el otro día con tu chica. Se llama Luna y es una policía de un mundo paralelo al nuestro. Entró a través de un espejo mágico porque iba persiguiendo a tu doble en su mundo, que por cierto es un asesino despiadado y cruel, justo todo lo contrario a ti. Al cruzar por el espejo a un mundo paralelo donde su doble sigue vivo, tuvo que adoptar otra forma para poder coexistir con él. Ella se convirtió en una loba por el colgante que llevaba al cuello y él se convirtió en un cuervo por su atuendo negro. Si quiere volver a su mundo debe hallar al cuervo y llevarlo de vuelta con ella al otro lado del espejo. Pero ambos tenéis que tener cuidado, tú no puedes tocar al cuervo y ella no puede tocar a su doble, si es que se cruza con ella en algún momento. Si lo hacéis os fusionaréis como un solo ser con ambas formas y eso podría ser catastrófico.- Advirtió la bruja.

-¿Eso cómo puede ser? ¿Un solo ser con dos formas?- Preguntó Álex intrigado.

-¿Te suena la leyenda del hombre lobo? Pues nuestra querida amiga aquí presente, se convertiría en una mujer loba si llegase a fusionase con su otro yo. Mujer de día, loba de noche, sobre todo en luna llena. ¿Cómo crees que se formaron los antiguos mitos y leyendas?- Contestó la bruja mientras recogía la bola de cristal y la guardaba junto al resto de sus cosas.- Pero recordad algo, si ella quiere volver a su mundo tú no puedes acompañarla o te sucederá exactamente lo mismo. Solo puede haber un doble en cada uno de los mundos.- Dijo la bruja y después se marchó. 

Álex se sentó en el sofá con Luna en su regazo. Le acarició la cabeza y mientras la loba se dormía recostada sobre sus piernas, Álex se preguntó lo que haría a partir de ahora con la información que su vecina le había dado. ¿Cómo demonios iban a encontrar a un cuervo negro y mágico? Como si no hubiese cuervos por todas partes.

Entonces algo despertó a Luna, que bajó del sofá como un rayo y se dirigió hacia la ventana de la cocina donde comenzó a gruñir. Cuando Álex miró a la ventana, pudo ver un cuervo negro de ojos rojos observándolos desde el exterior de la casa. ¿Sería tan sencillo? Quizás el cuervo hubiese vuelto a buscarla a sabiendas que era la única forma de regresar a su hogar. Pero aquél animalito tétrico escondía en su interior a un verdadero sádico, no podrían fiarse de él en ningún momento. En  aquél lugar lo bueno escaseaba y lo malo no era difícil de encontrar, por lo que otro asesino más no iba a equilibrar la balanza en ningún momento.

Álex abrió la ventana y el pájaro escapó volando hasta una rama de un roble cercano. Estaba claro que no quería ser atrapado, pero tampoco quería estar muy lejos de Luna, ya que era su única salvación.`

-No te preocupes Luna, volverá. Creo que sabe que no puede regresar sin ti, esa es una baza que podemos jugar a nuestro favor. Vamos a dormir y mañana le daremos caza.- Dijo Álex antes de volver a cerrar la ventana.

A la mañana siguiente, Álex y Luna se pusieron en camino hacia el lugar donde Álex había atropellado a la loba, quizás si regresaban sobre sus pasos y encontraban el espejo, el cuervo les seguiría y podrían regresar al otro lado.  Unos pocos minutos más tarde, Álex se detuvo en seco. ¿Qué estaba sucediendo? Se preguntó Luna, que por poco se come el salpicadero de la camioneta.

-¡Mierda!- Dijo Álex, dando marcha atrás a toda pastilla. – Es una barricada de una de las peores bandas de la zona, si nos ven estamos muertos. Son saqueadores y no dudan en incrustarte una bala en el cráneo para su disfrute.- Dijo girando la camioneta y emprendiendo rumbo en sentido contrario, pero ya era tarde, los saqueadores les habían visto y comenzaron a perseguirles.

Se escucharon disparos, por lo que Álex le pidió a Luna que bajase al suelo de la camioneta y permaneciese allí agachada.

De pronto, uno de los disparos fue a parar a la rueda trasera izquierda de la camioneta, haciendo que Álex perdiera el control y se estrellara contra un árbol fuera de la carretera. El chico estaba inconsciente y Luna tampoco estaba mucho mejor, pero al ver que un tío con aspecto desaliñado abría la puerta del conductor y le apuntaba a Álex con un arma en la cabeza, la loba salió de su escondite y se abalanzó hacia el hombre mordiéndole en el cuello. Éste consiguió dispararla en un costado y aunque la bala no la atravesó y solo la rozó, la loba dejó de morderle y cayó al suelo por el dolor. Cuando el hombre se levantó, con la mano en el cuello para intentar taponar la herida, apuntó a Luna con su arma y una voz de mujer le ordenó que se detuviese y fuese a que le curasen la herida. El hombre obedeció.

La mujer se acercó a la loba y se arrodilló junto a ella, aquél animal tenía algo que la atraía como el fuego a la pólvora, pero algo en su interior le decía que no era buena idea tocarla. Quizás fuese porque el animal estaba herido y podría morderla o por algo que no llegaba a comprender, pero se levantó, se dio media vuelta y se marchó. 
Cuando los saqueadores se marcharon dejando a Álex inconsciente y a Luna tirada en el suelo, la loba se levantó con dificultad y tiró del pantalón del joven para despertarlo hasta que lo consiguió. Cuando volvió en sí y encontró a la loba herida, un casquillo de arma de fuego y la puerta del conductor abierta, supo que aquella loba le había salvado la vida. El joven le dio las gracias a Luna e intentó sanar su herida con el botiquín que llevaba en la guantera, mientras ésta lamía la herida que el chico tenía en la cabeza.

-Te llevaré a casa, te lo prometo. Tú salvaste mi vida, yo salvaré la tuya.- Le dijo mientras le rascaba la cabeza a la loba e intentaba poner de nuevo en marcha la camioneta.


Continuará...

No hay comentarios:

Publicar un comentario