lunes, 12 de septiembre de 2011

Amar hasta la obsesión 3ª parte

A Holly le parecía que el tiempo iba muy despacio, estaba desesperada, no era una persona muy paciente. De pronto escuchó el ruido de un motor, se levantó y vio un coche que no reconocía. Esperó a ver quien se bajaba del coche y se llevó una sorpresa cuando lo vio. Era Dorian, el hermano de Brian, bajaba del coche a toda prisa, por ello Holly volvió a la cama, no sabía si alegrarse o empezar a preocuparse.
Dorian atravesó la puerta de un golpe.

Dorian: ¿Estás bien?
Holly: Sí, ¿qué haces aquí? ¿te lo ha dicho tu hermano?
Dorian: Sí, este chico está loco. Siento mucho lo que te hizo. No tenemos mucho tiempo, he aprovechado que Brian se ha ido a indagar lo de tu novio, para venir y rescatarte. No se lo tengas en cuenta, lleva muchos años desesperado y ha escogido el camino equivocado.
Holly: Si pero hay un problema. Me vas a soltar, me parece genial, pero si no me llevas al encuentro de mi novio, lo llevamos crudo. Además, que sepas que no pienso denunciarle, pero en cuanto llegue a mi casa pienso pedir una orden de alejamiento contra tu hermano.
Dorian: No seas así, no le acorrales tanto.
Holly: ¿Que no le acorrale? ¿Quién tiene encerrado a quién?
Dorian: Solo te pido que antes de hacer eso, hables con él. Aclara las cosas y así no hará falta, pero si después de hablar con él, sigues pensado en pedir la orden, hazlo. Yo te apoyaré.
Holly: Gracias. Bueno, ¡sácame de aquí! ¿dónde tienes la llave?
Dorian: ¿Qué llave?
Holly: La del grillete que tengo atado al pie.
Dorian: Mi hermano es un bestia.
Holly: Me lo vas a decir a mi. Bueno, entonces ¿como piensas salvarme?
Dorian: No tengo ni idea. No tengo la llave.
Holly: ¿Cómo abriste la puerta de abajo? ¿De la misma forma que esta?
Dorian: Pues sí.
Holly: Pues tu hermano será lo que quieras, pero tonto no es. Se va a dar cuenta que alguien se cargó las puertas. Tendrás que hablar con él.
Dorian: Se va a enfadar.
Holly: De todas formas, gracias por intentar salvarme. Aunque solo se haya quedado en un intento, lo que cuenta es la intención. Pero para la próxima vez, lleva contigo la caja de herramientas. Jajaja
Dorian: Mierda, ya está aquí.

La furgoneta aparcó y en unos pocos segundos, Brian estaba en el marco de la puerta con los ojos abiertos de par en par.

Dorian: ¿Qué pasa hermano?
Holly: ¿A que no me has traído los crucigramas?
Brian: ¿Se puede saber qué haces aquí?
Holly: Vino de visita, la pena es que no tenemos nada que ofrecer a los invitados. Que mal anfitrión eres.
Dorian: Tenía que ver si estaba bien. No puedo creer que hayas echo esto y después la dejes aquí sola, indefensa.
Holly: Tanto como indefensa... solo si me atacan por la espalda. Que no sería la primera vez y no quiero mirar a nadie.
Dorian: Lo digo en serio. Esto está perdido en el campo, lo conozco porque es la casa de un amigo nuestro en la que solemos hacer fiestas.
Holly: Ya decía yo que daba asco. Podías haberle pasado una fregona como mínimo.
Brian: Lo siento. Pero no tuve tiempo de preparar muchas cosas, me pilló de sorpresa cuando se me presentó la ocasión y contigo no había muchas.
Dorian: Bueno yo me marcho, no la dejes aquí sola, te lo pido. Si tienes que salir, me llamas y te remplazo. Hasta mañana Holly. Y tú, cuídala.

Dorian se marchó y Brian se sentó al lado de Holly. Cenaron y al terminar, Holly se tumbó, estaba cansada de no hacer nada, era ilógico, pero el aburrimiento también puede ser mortal. La única luz que había en la habitación era la de la luna llena que entraba por la ventana, Brian se acurrucó a su lado y ambos quedaron profundamente dormidos.


Continuará...



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