martes, 7 de junio de 2011

Un cuento para no dormir

Hoy os voy a deleitar con un cuento de cosecha propia, espero que os guste:

Hacía frío y Samantha estaba aburrida en casa, fuera estaba lloviendo y no podía salir sin calarse hasta los huesos. Hacía tiempo que sentía algo extraño en su habitación, de ahí, todos esos libros que se compró acerca de casos sobrenaturales. Pero era atea, no creía en nada que no se pudiese demostrar científicamente, aunque últimamente, sentía cosas que no podía explicar.
Una noche de verano, comenzó a sentir como sus pies se congelaban y despertó jadeando de un sobresalto. De pronto sintió como se le erizaba el pelo, notó un escalofrío que le ascendía por la espalda y unos dedos gélidos le recorrieron la mejilla. Quizá fuese un sueño, porque si no, ¿qué otra cosa podía ser?
Decidió buscar sucesos extraños cercanos a su casa. De pronto encontró un artículo que le llamó la atención.

Marcos, un chico de 17 años, fue encontrado muerto en su habitación la noche pasada. Se piensa que pudo ser un suicidio,  junto al cadáver se halló una nota. Cuando la criada lo encontró, permanecía colgado de una de las vigas más altas. La nota, decía lo siguiente: "Debo morir, es mi destino. Os quiero, pero es algo que debo hacer. Lo siento."
Una nota de suicidio que no sorprendió a los padres, pues el chico llevaba años en tratamiento psicológico debido a unos sueños bastante inquietantes, de los cuales había hablado varias veces con su psiquiatra.
Cuando Sami se fijó en la fecha de la noticia y en la dirección, se dio cuenta que se trataba de su misma habitación, y que el chico había vivido allí, hace 50 años. Tenían aproximadamente la misma edad y las cosas comenzaban a encajar.
¿Podría ser ese chico, lo que notaba cada noche? ¿Sería ella la razón por la que él había esperado tanto tiempo?

Continuará...

1 comentario:

  1. Si os gusta, continuaré la historia más adelante. Tengo muchas otras, porque mi cabecita da para mucho :)

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