domingo, 26 de junio de 2011

Las travesuras del Dios Loki 3ª parte

Loki estaba en la gloria. Los lobos no solo le servían, sino que además, se hicieron todos buenos amigos. Pasaron unos cuantos días y Loki se fue dando cuenta que ese no era su lugar. A él le gustaba gastar bromas y luchar; y los lobos, aparte de la lucha por el territorio o la comida, no hacían otra cosa que estar tumbados todo el día. Así que, muy a su pesar, decidió reemprender su viaje. Los echaría de menos, pero sabía lo que debía hacer. A la mañana siguiente, le despidieron aullando, pero el no miró hacia atrás, tan sólo se limitó a seguir su camino. Se dirigía hacia la ciudad, se había dado cuenta, que aunque era un lugar peligroso, sería el único lugar donde podría encontrar víctimas para sus bromas. Después de un largo día caminando, llegó arrastrándose a las afueras de la ciudad, cuando una chica lo vio, tenía los cabellos dorados y unos ojos del color del mar, Bethany, que así se llamaba, le encontró a punto de desfallecer y lo recogió. La chica no vivía lejos, por lo que le cargó hasta su casa, donde le dio comida y agua. Loki estaba agotado, por lo que se echó un rato y cuando abrió los ojos, para su sorpresa, se topó con Bastet, que estaba sentada justo frente a su hocico.
Loki: ¿Qué haces tú aquí?
Bastet: Podría preguntarte lo mismo. ¿Qué haces en mi casa?
Loki: ¿Pero tú no estabas aquí de vacaciones?
Bastet: Lo cierto es que no te dije toda la verdad. Si es cierto que vine hace tiempo de vacaciones, lo que no sabes es que esta chica me recogió y desde entonces vivo con ella como una reina. No me falta de nada y para serte sincera, no tengo ganas de volver. Antiguamente se me veneraba, ahora soy una figurita que los turistas se llevan de recuerdo por su viaje. Ya no hay respeto.
Loki: ¿Tan bien se está?
Bastet: Mejor. En invierno te resguardan del frío y en verano del calor. Te dan de comer cuando tienes hambre, de beber cuando tienes sed. ¿Ves todos esos cacharros? Pues los llaman juguetes, son para que los muerda y arañe; siempre y cuando no lo haga con otras cosas, no me regañan. Lo único malo que tiene, es el agua. Te bañan cada cierto tiempo, pero algo malo tenía que tener.
Loki: ¿Qué opinas si me quedo un tiempo por aquí? ¿Lo soportarías? Es que la verdad, estoy harto de vivir a la sombra de Odín y de Thor. Se creen que estoy loco, aunque no es de extrañar, porque son ellos los que me vuelven loco. Así podré centrarme en algo diferente, y se me ocurrirán nuevas bromas que llevarme cuando regrese a casa.
Bastet: A mi no me importa, eso sí, tengo un par de condiciones que ponerte, ya que yo fui la primera en llegar. Nada de tocar mis cosas y nada de hacerle bromas a Bethany, no se lo merece.
Loki: Te doy mi palabra. Además, tampoco me conviene. Pero tendré que buscar a alguien para ponerle en mi punto de mira. ¿Me recomiendas a alguien?
Bastet: La verdad es que sí. El novio de Bethany, se llama Azrael. Es insoportable, se pasa todo el día pegado a la tele, no la hace caso y creo que la engaña. Deberíamos darle un escarmiento. ¿Socios?
Loki: Dalo por echo. Aprendí unos cuantos truquitos nuevos estando con los lobos.
Bastet: Mmmmmmmmmmm. Me tienes que contar muchas cosas, por lo que veo.
Loki: No te preocupes, tenemos tiempo de sobra.


Continuará...

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